Al zorro volador filipino también se lo conoce como murciélago de la fruta. Es un murciélago de la fruta poco común y además, es el murciélago más grande del mundo. Tiene una envergadura media de 1,5 metros y pesa hasta 1,2 kilogramos. Se lo ve a menudo envuelto con sus alas negras grandes como una capa negra. Desafortunadamente, este murciélago está en peligro de extinción debido a la caza ilegal y la destrucción del bosque.
Es nativo de las selvas tropicales de las Filipinas. Su nombre se debe al pelaje dorado alrededor de la cabeza. No está relacionado con el zorro aunque su cara se parezca un poco. Pertenece a la familia de los mega murciélagos. Tiene cuerpo negro y carecen de cola, como cualquier otro murciélago de la fruta. Es activo en la noche y puede volar por al menos 40 kilómetros en una sola noche en busca de comida. Ama comer higos, pero si no puede encontrar ninguno, busca otras frutas para comer.
Al zorro volador filipino también se lo conoce como un dispersor de semillas silencioso porque las semillas en su estiércol y las semillas que escupen en la tierra mientras comen echan raíces y crecen en nuevos árboles frutales. Esto contribuye a mantener la selva tropical en las Filipinas. El zorro volador filipino también ayuda a polinizar árboles frutales. Existen muchos árboles frutales que dependen del zorro volador filipino para la polinización y para la diseminación de las semillas. Incluso su estiércol es un buen fertilizante para las plantas.
El zorro volador filipino tiene dos estaciones de cría. La hembra se queda preñada solo durante una de las estaciones. La madre da a luz a solo una cría.
A este murciélago le gusta lavarse a menudo. Utiliza sus alas negras para sacar el agua y verterla por todo su cuerpo. Tienden a descansar en colonias muy grandes y, de ese modo, pueden mantenerse calientes y a salvo de los depredadores. El problema con las colonias grandes es que facilita que la gente los cacen. Por lo general, los cazadores los atrapan durante el día, momento en que todos descansan.
En la actualidad, este murciélago está en peligro y casi extinto. Ha desaparecido de muchas islas más pequeñas y de algunas islas más grandes en las Filipinas, como Panay y Cebú. También se lo caza por su carne en algunas áreas. Cuando los seres humanos se llevan las frutos, estos murciélagos no tienen comida y pueden incluso morir de hambre.
Hay gente que trabaja duro para asegurarse de que el zorro volador filipino no se extinga. La región filipina de Súbic y su bahía ha sido establecida como un lugar para investigación sobre estos animales y para protegerlos.